miércoles, 29 de julio de 2015

¿Como tus pensamientos negativos enferman tu cuerpo?


El diálogo interno, son tus pensamientos, lo que hablas contigo mismo. Y en función de cómo te hables condicionas tu autoestima, tus relaciones y tu vida. 


Tus pensamientos negativos enferman tu cuerpo si no sabes cómo cambiar tu diálogo interno y gestionar la carga emocional que te producen.

Los pensamientos no son solo ideas que pasan por tu mente y que no tienen ningún poder. Todo lo contrario…
Tus pensamientos te provocan emociones que después determinan como te vas a sentir y como vas a actuar. Si piensas que no vales para algo… Te sentirás mal, frustrado, incapaz, bajara tu autoestima y cuando tengas que realizar esta acción no lo harás bien… ya que de antemano te has dicho que no vales para eso, por lo que te saboteas y no haces todo lo posible por conseguirlo.
Los pensamientos son muy poderosos porque no solo influyen a este nivel también pueden ocasionarte enfermedad…
te explico como:  Por cada minuto de enfado, tristeza o miedo se produce una gran de cantidad de cortisol en tu cuerpo. El cortisol es una hormona que liberan las neuronas cuando está estresado y alterado.


El cortisol tiene varias acciones en tu organismo y es necesario para la vida, para rendir, para enfocarte… pero cuando estás alterado cambia su ritmo biológico y empiezan a producirse altos niveles y picos de cortisol en tu organismo que te pueden ocasionar enfermedad:
· Suprime el sistema inmune facilitando la aparición de infecciones, enfermedades…
· Altera el metabolismo de grasas aumentando los depósitos de grasas en tu organismo.
·Aumenta el nivel de azúcar en la sangre relacionado con la diabetes.
· Facilita la osteoporosis.
· Incrementa la presión sanguínea.
· Altera la fertilidad.
·Retención hídrica con el resultado de aumento de peso.

¿Como puedes eliminar estos picos de cortisol producido por tus pensamientos?

– Cambia tu diálogo interno a uno más positivo.
– Gestiona tus emociones y elimina la carga emocional.

Como consejo para eliminar cortisol  de tu cuerpo te recomiendo: Mas risas, mas juegos, mas diversión y resta importancia a los problemas para tener una mejor salud y mejores relaciones.



martes, 28 de julio de 2015

Cuentos Budistas: “VIVIR EL PRESENTE"


Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo: -Me han dicho que tú eres sabio….
Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas.
El anciano le contestó: cuando como, simplemente como;
duermo cuando estoy durmiendo,
y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.
Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
Yo no lo creo así, le replicó el anciano.
Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día
o imaginas los que podrás tener al levantarte.
Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde.
Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme
o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente
y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.

lunes, 27 de julio de 2015

Se Confirma que la Meditación transforma (PARA BIEN) el Cerebro Humano.


DESPUÉS DE UNA EXPERIENCIA DE 20 AÑOS QUE COMENZÓ COMO UNA SIMPLE CLASE DE YOGA, LA NEUROCIENTÍFICA SARA LAZAR INDAGÓ SOBRE LOS EFECTOS DE LA MEDITACIÓN EN EL CEREBRO HUMANO, Y LOS RESULTADOS SON TAN CONTUNDENTES COMO SORPRENDENTES.

Quienes se han iniciado en la práctica de la meditación y la han incorporado metódicamente como parte de su vida saben que hay aspectos de su pensamiento, de las decisiones que toman y, en suma, de forma en que se sitúan y viven la realidad, que caben en la dicotomía antes/después. 
La atención, la concentración, la conciencia del presente y otras habilidades cognitivas afines se ejercen de manera distinta antes y después de haber hecho de la meditación un hábito sostenido. Esto, como decimos, podría corroborarse con el testimonio de las personas que meditan, sin embargo, quizá algunos escépticos considerarían dichas pruebas mero empirismo discursivo y exigirían evidencia más contundente. Es posible que esa haya sido la postura de Sara Lazar al respecto. 
Lazar labora actualmente en el Hospital General de Massachusetts y en la Escuela de Medicina de Harvard, en donde ejerce y enseña como neurocientífica. Como otros, la doctora también tenía ciertas reservas hacia los beneficios de la meditación que se pregonan con tanto fervor. 

Un día, sin embargo, mientras se entrenaba para el maratón de Boston y como consecuencia de una recomendación médica para tratar una lesión propia de corredores, Lazar comenzó a tomar clases de yoga, un poco como parte de la tendencia contemporánea de popularización de dicha disciplina. La doctora solo acudió porque su médico le aconsejó ganar flexibilidad muscular, pero aun así tuvo que escuchar el entusiasta discurso de su instructor, quien le aseguró que el yoga la volvería más compasiva y le haría abrir su corazón. Y ella, que al principio era incrédula, poco a poco notó que, en efecto, estaba más calmada, podía enfrentar situaciones complejas con cierta facilidad y, por último, se había cumplido lo dicho por el instructor: notaba mayor compasión en su vida diaria, además de cierta inclinación por dar cabida a puntos de vista distintos al suyo. 

Su curiosidad de científica le llevó a investigar estos efectos del yoga con el rigor de su formación y los recursos al alcance. Además de encontrarse con abundante literatura al respecto ―estudios que, por ejemplo, indagan sobre el uso terapéutico de la meditación en casos de estrés, depresión, insomnio, angustia y otros padecimientos mentales y psicosomáticos– Lazar emprendió sus propios experimentos de laboratorio, también como parte de su investigación posdoctoral, inicialmente en biología molecular pero que viró hacia la neurociencia por su experiencia con el yoga. 
En principio, la doctora examinó la materia gris de dos grupos de personas: uno integrado por hombres y mujeres que han meditado buena parte de su vida y, por otro lado, un grupo de control con personas que no practicaban la meditación ni algún otro ejercicio afín. Entre otros resultados, Lazar y su equipo encontraron que dicho componente era mayor en el primer grupo, particularmente en el córtex frontal (asociado con la memoria y la toma de decisiones) pero, en especial, en el córtex sensorial, la ínsula y regiones relacionadas con la audición. “Lo cual tiene sentido”, explica la doctora, “cuando estás más consciente pones atención a tu respiración, a los sonidos, a la experiencia del momento presente, y apagas la cognición: es lógico que los sentidos mejoren”. 

En el caso del córtex prefrontal y su vínculo con la memoria, Lazar también encontró que la materia gris presente ahí en personas de 50 años que meditaban era equivalente al de una persona sana de 25 años. En este punto, para no creer que la meditación era una panacea, la investigadora se preguntó si quizá las personas del grupo de meditadores no tenían ya más materia gris antes de practicar la meditación. Para responder, armó otro experimento en el que un grupo de control sería comparado con otro de personas que nunca antes habían meditado y que durante 8 semanas, por 40 minutos al día, participarían en un programa de atención plena (mindfulness) orientado a reducir el estrés. Para sorpresa de ella misma, incluso en un período tan breve, el cerebro de las personas en ese segundo grupo tuvo cambios significativos en cuatro regiones: La corteza cingulada posterior, asociada con la divagación y la importancia de sí. 
El lado derecho del hipocampo, asociado con el aprendizaje, la cognición, la memoria y la regulación de las emociones. La juntura temporoparietal, en donde se procesan la toma de perspectiva, la empatía y la compasión. El puente troncoencefálico, en donde se produce una buena cantidad de los neurotransmisores con los que funciona nuestro cerebro. La amígdala, que algunos consideran fuera del cerebro, también se redujo como consecuencia de la meditación, lo cual se ha relacionado con la disminución de emociones como la angustia, el miedo y la tensión. La curiosidad de Lazar la llevó a encontrar por sí misma el soporte científico de un conocimiento que se tiene sobre todo por experiencia personal. Y como ella misma dice, no es que la meditación sea una panacea que nos sirve para remediar todos los males que pudiera desarrollar nuestro cuerpo sino más bien que, como toda disciplina saludable, como el ejercicio físico e incluso el examen metódico del yo, aporta sus propios beneficios en esa consolidación del equilibrio a veces precario que necesitamos para vivir con mente sana en cuerpo sano....


sábado, 25 de julio de 2015

Los beneficios de andar descalzo

Has tomado consciencia de lo gratificante que es llegar a casa y sacarse los zapatos? ¿Sabías que andar descalzo favorece nuestra salud integral?

En este artículo conocerás los asombrosos e irreconocibles beneficios que entrega el andar descalzo.
Desde pequeños solíamos andar descalzos por nuestra casa o patio, una acción innata que nos hacía sentir libres en la vida. Esta práctica se ha ido perdiendo con el pasar los años, bloqueándolo con aquellas creencias que nos hacían pensar que era algo perjudicial para nuestra salud.
Nuestros  ancestros también perdieron esta práctica, debido que con el pasar de los años no se podía andar por el cemento sin zapatos. Esta costumbre ancestral no solo tenía “adeptos” por no haberse inventado algo para colocarse en los pies, sino porque se sabía que estar descalzo era una manera de conectarse con la madre tierra.

“CAMINAR DESCALZO” conoce sus beneficios…
  • Reduce el dolor de cabeza y las migrañas.
  • Evita el estreñimiento y los problemas intestinales.
  • Desinflama los riñones, la vejiga y los órganos reproductores.
  • Es bueno para los pacientes con problemas circulatorios como las varices.
  • Disminuye el estrés y la excitabilidad nerviosa.
  • Sirve en los tratamientos para dolencias respiratorias, como el asma o la bronquitis
  • Elimina las toxinas que se acumulan en el organismo
  • Reduce los problemas abdominales de origen nervioso, como las úlceras o la acidez
  • Permite una mayor oxigenación de los vasos y capilares sanguíneos.
  • Facilita la eliminación de las grasas que se acumulan en el cuerpo
  • Es un excelente tratamiento para la depresión y la ansiedad
  • Permite tener más fuerza y resistencia venosa, ayudando a las piernas a no retener líquidos ni ácido úrico
  • Estimula ciertos órganos que están conectados con las terminaciones nerviosas de las plantas de los pies
  • Libera las energías acumuladas y “bloqueadas” en diferentes lugares del cuerpo.

TODO ESPACIO FÍSICO TIENE UN BENEFICIOS

Caminar descalzo sobre piedras o rocas que estén frías (por ejemplo, en ciertas playas por la noche o en invierno) ayuda a disminuir los dolores de cabeza, la mala circulación, el dolor de cuello, el catarro y las manos y los pies fríos.
Caminar descalzo sobre la nieve recién caída (no por más de tres minutos) estimula la circulación sanguínea, porque irriga oxígeno y nutrientes a todo el organismo. Para evitar enfermarte puedes ir rápido al baño y sumergir los pies en un recipiente con agua caliente.
Caminar descalzo por la playa, fortalece las piernas, previene la piel flácida y la celulitis, da tono a los muslos y los glúteos, marca los músculos de las extremidades inferiores, evita las varices y fortalece los tobillos. Se recomienda hacerlo en las primeras horas de la mañana, cuando el sol no es dañino.
Caminar descalzo sobre el césped o la hierba húmeda, por ejemplo, de rocío o luego de la lluvia, te ayuda a absorber los minerales y la energía de la tierra. Además  fomenta la circulación sanguínea en todo el cuerpo, fortalece el sistema nervioso y el corazón. También es eficaz contra el estrés porque estar en contacto con la naturaleza nos relaja y calma la ansiedad, la depresión, los nervios, etc.
Caminar descalzo en el agua, ya sea un lago o un río, mejora la circulación, previene los callos, moldea las piernas, combate el pie de atleta, cura cortes e infecciones. Cuanto más movimiento haya en el agua, más efectos conseguirás.
Caminar descalzo en el cemento o en casa también tiene beneficios, pero son menos profundos que en otros escenarios. Cuando llegas del trabajo, quítate los zapatos y empezarás a sentir un alivio instantáneo. Una buena técnica para estimular los puntos de acupresión en las plantas de los pies mientras estamos en nuestro hogar es frotarlos con una pelota o con un limón. En realidad, cualquier objeto que sea redondo y no muy blando servirá. En seguida comenzarás a sentirte más relajado. Puedes hacerlo mientras miras televisión, comes, preparas la cena o tomas un café.




jueves, 23 de julio de 2015

LOS SIETE PASOS HACIA EL AMOR de Dalai Lama.


"Cuando hablo del amor y compasión, no lo hago como budista, ni como tibetano ni como Dalai Lama, sino como un ser humano que habla a otro ser humano"

Si realmente queremos la felicidad, debemos ampliar la esfera del amor. Es una cuestión tanto de pensamiento religioso, COMO DE SENTIDO COMÚN.


Todo el mundo, religioso o no, puede entender por experiencia y por sentido común que EL CARIÑO TIENE UNA IMPORTANCIA FUNDAMENTAL DESDE QUE NACEMOS; es la base de la vida. La supervivencia de nuestro cuerpo necesita del cariño de otras personas, a las cuales respondemos también con cariño. Aunque esta clase de amor pertenece a unos pocos que nos rodean, podemos extenderlo a todos los seres que sienten. He ahí lo que significa EXPANDIR EL AMOR. 


7 PASOS PARA DESARROLLAR EL AMOR , basado en el todo el potencial que tienen los seres humanos para mejorar. Al igual que alisar una pared antes de pintar un mural o preparar un campo antes de plantar , el desarrollo de un verdadero sentimiento de igualdad te proporcionara la base para el siguiente paso en el camino del amor :

Primer paso: Reconocer a todos los seres vivientes como amigos.

Segundo paso: agradecer la bondad.

Reflexionaras sobre la bondad deliberada que recibiste de tus amigos, enemigos y seres neutrales. Sin el agradecimiento de la bondad la sociedad se descompone! La sociedad humana existe porque es imposible vivir en completo aislamiento. Somos interdependientes por naturaleza y dado que tenemos que vivir juntos, deberíamos hacerlo con una actitud positiva, interesándonos los unos por los otros. Entre la niñez y la vejez creemos que somos independientes, pero no lo somos.

Tercer paso: Corresponder a la bondad.

Con el tiempo, el profundo deseo de CORRESPONDER a los demás, se convertirá en tu principal sentimiento y en la base de tus relaciones.

Cuarto paso: Aprender a amar. Generar amor.

Las practicas budistas para entrenar la mente pueden resumirse en dos frases:


1.- "Si puedes, deberías ayudar a otros. Si no puedes, al menos deberías dejar de hacerles daño".

Dejar de hacer daño:debes controlar la propensión a hacer daño a otros, reprimiendo acciones físicas y verbales dañinas.
Las acciones físicas, no virtuosas, son: matar, robar y la mala conducta sexual
Las acciones verbales no virtuosas son mentir, sembrar la discordia, hablar duramente y charlar frivolamente.
Las acciones mentales no virtuosas son la codicia, la intención de perjudicar y las opiniones erróneas y el dejar de buscar la verdad.

Estas 10 acciones no virtuosas causan sufrimiento a ti y a los demás.

Así pues, para controlar las acciones físicas y verbales negativas es necesario llegar a la raíz de las mismas, es decir, la mente y domesticarla.


2.- (...)Por tanto,es una practica de los sabios domesticarse a si mismos mediante las fuerzas del amor y de la compasión." 

Quinto paso: El poder de la compasión.

"La compasión es una mente que tiene como único estimulo la piedad por todos los seres sintientes." 

Desde la compasión todos los objetivos se alcanzan.Es, sentir desde lo mas hondo del corazón, que no soportas el sufrimiento de los demás y tienes que hacer algo por aliviarlo.Ponerse en el lugar del otro.(...)Al principio es difícil mantener la compasión por alguien que te esta amenazando o hiriendo, pero si sigues intentándolo, encontraras la forma de reaccionar con la determinación que exigen las circunstancias pero sin perder la actitud afectuosa(la compasión).

Sexto paso: el compromiso pleno. 

Generar la actitud de limitar el dolor y conectar a los demás con la felicidad. 
Brindar causas de felicidad.
Ponte a disposición de los demás como un recurso natural: "Ojala por un instante, te pusieras a disposición de otros, como la tierra, el agua, el fuego,el aire,la medicina,y los parques están a disposición de todos."

Séptimo paso: buscar la iluminación altruista.

El amor se convierte en ingrediente y causa indispensable de iluminación plena. El máximo desarrollo espiritual.(...) 



Mi ultimo consejo
Lo bueno debe enseñarse y cultivarse a lo largo de meses y años.No puedes esperar acostarte esta noche como una persona corriente y amanecer mañana como una persona elevada.


ACTÚA CON AMOR. 
"Presta ayuda a los demás sin esperar recompensa. Es un sentimiento sagrado. La única fuente de paz en la familia, el país, el mundo."

miércoles, 22 de julio de 2015

Conociendo sobre la Ley del Karma

¿Cuántas veces escuchamos “es mi karma”, vinculado a una circunstancia negativa, como si fuera un castigo divino? O, “No puedo cambiarlo, es mi karma”. Seguramente muchas… Contrariamente a lo que muchas personas creen, el karma es un conjunto de acciones que se manifiestan en nuestra vida, y éstas dependen de las causas tanto positivas como negativas, que vamos acumulando a lo largo del tiempo, incluso en nuestras vidas pasadas, según el budismo.
Karma es una palabra sánscrita que significa acción. Este concepto tiene su origen en el budismo e hinduismo, donde significa “acción volitiva”. Hablamos de un acto de voluntad, intencional, originado en la mente de una persona, que tendrá un efecto determinado en algún tiempo futuro. Karma está directamente vinculado con lo que llamamos Ley de Causa y Efecto.
Esta ley universal, asegura que el hombre siempre está sujeto a sus acciones, y por lo tanto debe hacerse responsable de las consecuencias de sus actos. El “karma” es dinámico, depende de nuestras acciones, no se trata de destino, ni fatalidad. El concepto es simple: si hacemos el bien, recibiremos el bien, mientras que si hacemos el mal, experimentaremos el mal.
Según el budismo, tenemos una responsabilidad: actuar compasivamente hacia los demás. Si no lo practicamos, creamos karma negativo para nosotros mismos, que deberemos expiar en algún momento de la vida, o en una reencarnación.
Muchas son las conductas adecuadas para elevar nuestras vibraciones y transmutar los efectos energéticos de karmas pesados: actos buenos, que reparen acciones negativas del pasado. Por cada acto negativo de nuestra parte, efectuar una acción positiva para equilibrar nuestra balanza.
Otras prácticas que podemos incorporar a nuestra vida cotidiana:
  • Cultivar el buen humor, la amabilidad, confortar a quien lo necesita, tratar bien a los animales.
  •  Saber perdonar. Respetarse a si mismo, buscando compañías que alegren el espíritu. Ser agradecido. La gratitud es una emoción altamente positiva.
  •  No evitar los inconvenientes, por el contrario, tratar de enfrentarlos con sabiduría y la mayor humildad posible, dando lo mejor de uno mismo para resolverlos. Olvidar el “¡todo me ocurre a mí!”. Mantener una actitud quejosa ante la vida no soluciona los problemas, sino enfatiza una postura victimaria ante las cosas que suceden.
  •  Establecer el amor como prioridad en nuestra vida, y pasar cada suceso y acto que realizamos, por ese filtro de amor, tanto en la relación con los demás, como en las decisiones personales que tomamos.
  •  Comprender el significado de la Ley del Karma nos ayuda a ser más responsables sobre nuestra propia felicidad. Cultivar una actitud positiva, afianzar sentimientos y acciones que nos conduzcan hacia el desarrollo personal y nuestra plenitud está en nuestras manos. La vida requiere de nuestra participación.

martes, 21 de julio de 2015

¿Por qué la gente no se cura?


Un médico intuitivo tuvo una perspectiva única sobre por qué las personas no se curan. Él solía pensar que todo el mundo quería ser sanado. Y llegó a la conclusión de que “La sanación es muy poco atractiva”.

Los impedimentos para la curación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.
La curación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado. Dice que la única razón para alimentar y mantener vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó.

Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con no responsabilizar a otros por las heridas que causaron.
Tiene más que ver con “liberarnos de la percepción de víctima”.
Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.
Las personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros.
Las heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás.
Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones. El cambio puede ser aterrador.
Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia…

El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.

La sanación requiere acción. 
Comer adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado a través de las hierbas naturales, genera cambios saludables en el físico.

Soltar el pasado, dejar puestos de trabajo estresantes o relaciones inadecuadas, son acciones que sostienen la energía del cuerpo.
Lo que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética están inextricablemente unidas.
Incluso el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.
En definitiva: El cambio viene de aprender a amar toda situación en todo momento, aprender a fluir, ser amor en acción.



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domingo, 19 de julio de 2015

"Los pensamientos curan más que los medicamentos"



Bruce Lipton reclama una nueva medicina, la que tenga en cuenta la energía por su capacidad para curar.

Bruce Lipton (Estados Unidos, 1944) ha conseguido aunar ciencia y espíritu. No es poco mérito el suyo si tenemos en cuenta lo "alérgicos" que son los científicos a los temas trascendentales. Es doctor en Biología Celular y fue pionero en la investigación con células madre. Sus estudios sobre la membrana celular y las modificaciones de las células según el entorno sentaron las bases de la nueva epigenética. Sus descubrimientos (que iban en contra de la opinión científica establecida de que la vida es controlada por los genes) y el estudio de la física cuántica le han llevado a criticar duramente la medicina convencional. Es autor de libros como La biología de la creencia y La biología de la transformación.

Usted asegura que la medicina convencional va por muy mal camino. ¿Tan peligrosos son los medicamentos que nos recetan?
Nos dan medicamentos para la enfermedad, pero esto causa muchos problemas en el cuerpo. Porque esta medicina basada en la farmacología no entiende cómo está interrelacionada toda la bioquímica del organismo. Cuando tomo una pastilla química y la introduzco en mi cuerpo, no solo afecta a aquel lugar donde tengo el problema, sino que afecta a muchas otras cosas a la vez. Son los llamados “efectos secundarios”. Pero, en realidad, no son secundarios sino directos. No entienden que el efecto de las drogas no solo crea un efecto sino múltiples. Según las estadísticas en EEUU, ¡los fármacos matan allí a más de 300.000 personas cada año! Y esas personas son muchas más que las que mueren por tomar drogas ilegales. Hay algo que no funciona en la ciencia médica. Hace algunas cosas bien, como la traumatología, pero está matando a mucha más gente de la que ayuda. Tiene que aprender cómo funcionan las células.
¿Y qué ha descubierto sobre las células pero que no tiene en cuenta la medicina? 
Yo ya trabajaba con ellas en los años 60. Fui un pionero porque en esa época había muy poca gente trabajando en ello. Y un experimento que hice en esa época cambió la idea que tenía del mundo. Puse una célula madre en una placa de petri y, como cada diez horas se divide en dos, al cabo de dos semanas, tenía miles de células, todas idénticas. Luego cogí algunas de ellas, las coloqué en otra placa y cambié el entorno celular (son más como peces porque viven en un entorno fluido). Cambié la química en esa placa y ahí formaron músculo. Después, cogí otras de la primera placa y las puse en un entorno diferente, y se formó hueso, y otras se convirtieron en grasa al volver a cambiar el entorno. Entonces, la pregunta es muy sencilla, ¿qué controla el destino de las células? Todas eran idénticas, lo único que era diferente era el entorno. Cuando cojo células sanas y las coloco en un entorno nocivo, las células enferman y mueren. Si un médico las mirara, diría: “¿Qué medicina hay que darles?” ¡Pero no hace falta ninguna medicina! Les cambias el entorno nocivo, las colocas en uno sano y saludable y las células sanan. Los humanos somos una comunidad de 50 trillones de células, por tanto, la célula es el ser viviente y la persona es una comunidad. ¡El humano es un placa de petri cubierto de piel!
¿Cuál es el entorno de la célula que hay que cuidar?
Dentro de mí hay 50 trillones de células y el entorno celular para nosotros es la sangre, por ello la composición de la sangre cambia el destino de la célula. ¿Y qué controla la sangre? Pues el sistema nervioso, que crea una química diferente según el sistema exterior. La célula y el ser humano son la misma cosa. Por ello, si pongo al ser humano en un entorno nocivo, igual que la célula, también enferma. Si lo trasladas a un entorno sano, entonces sana. Por tanto, la medicina culpa a las células por la enfermedad y trata de cambiar la química de las células, pero ese no es el problema, el problema es el entorno. Y si cambias a la persona de entorno, sin medicamentos, el cerebro cambia la química. El cerebro de la célula y el de la persona leen y entienden el entorno.
En un entorno sano, ¿nos curamos automáticamente? ¿Así de fácil?
No es tan fácil, porque la mente interpreta. Puede suceder que estemos en un entorno muy sano y que la mente lo lea como un entorno negativo o perjudicial. Entonces crea una química que hará a mi cuerpo enfermar. La diferencia entre la célula y el ser humano es que este tiene una mente que hace una interpretación y la célula lee el entorno directamente. Si metes un programa con errores en la mente, entonces la química que genera no está en armonía con la vida. Y esto nos sirve para entender cómo funciona un placebo. Cambio mi creencia y pienso que esto me va a sanar, tomo una píldora porque creo que esto me va a traer salud, y me mejora y me sana, pero la píldora podría ser de azúcar, en realidad no ha hecho nada, han sido mis creencias. Y a eso lo llamamos pensamientos positivos y efecto placebo.
¿Está diciendo que el efecto placebo –creer que algo nos sanará– es más curativo que un medicamento? Pero no hay casi investigaciones sobre eso.
Sí, tienes razón. ¿Eres consciente de que hay más de una manera de hacer energía sin tener que depender del petróleo? Pero seguimos dependiendo del petróleo porque no interesa el cambio a los que controlan la energía. Lo mismo pasa con las empresas farmacéuticas. Venden fármacos y ¿poder sanar sin fármacos es bueno o malo para la industria farmacéutica? No quieren que sanes sin comprar sus fármacos. ¿Se puede poner energía en una cápsula? Si fuera así, las farmacéuticas intentarían vendértela. Si puedo sanar sin usar medicamentos, la industria que los produce no gana dinero. Deberíamos poder decir que la ciencia está separada de la industria farmacéutica, pero no es así, porque con el dinero de esta se paga el desarrollo de la ciencia, y ese dinero solo va esos estudios que dicen que las drogas funcionan. El dinero controla la ciencia.
Explíquenos cómo funciona ese poder que dice que tiene la mente para la autocuración.
He hablado de que la mente controla: si piensa de una manera, se va en una dirección y, si piensa de otra, se va en otra. Por ejemplo, cierro los ojos, los abro y veo a alguien a quien amo. Entonces mi cerebro segrega dopamina, oxitocina, etc. Lo puedo sentir en mi cuerpo, puedo sentir el amor, y esa química trae salud a las células. Por eso, quien se enamora se siente tan bien. Pero si abro los ojos y veo algo que me asusta, segrego hormonas del estrés. Y estas hacen dos cosas. La primera es que frenan el crecimiento del cuerpo. Porque si me está persiguiendo un león, necesito toda la energía para poder escaparme, y mi organismo apaga todo lo que no sea imprescindible para correr más rápido, así que se paraliza todo lo que tiene que ver con el crecimiento. La gente no lo sabe, pero tienes que crecer todos los días, porque, si no, te mueres. Cada día cientos de billones de células mueren y tienes que ir produciendo nuevas. Cada tres días, el sistema digestivo renueva sus células, pero si se interfiere con ese crecimiento, entonces no puedo estar sano porque estoy perdiendo demasiadas células al día, por eso la quimioterapia hace que se caiga el pelo y crea problemas de digestión, porque mata todas las células, no solo las del cáncer. La segunda consecuencia de las hormonas del estrés es que se cierra todo aquello que usa energía, y el sistema inmunitario usa muchísima energía: cuando estás enfermo, te sientes muy cansado porque tu energía la está usando el sistema inmunitario.
Eso significa que el estrés nos hace enfermar, ¿no?
Las hormonas del estrés apagan el sistema inmunitario, incluso la medicina usa este efecto en algunas ocasiones. Por ejemplo, si me trasplantaran un corazón, mi sistema inmunitario lo rechazaría. En esos casos, los médicos dan hormonas del estrés y eso impide que funcione el sistema inmunitario. Es tan claro que suprime el sistema inmunitario que lo usamos como un medicamento. Cuando la persona está bajo estrés, afecta de dos maneras: la primera es que deja de haber crecimiento y la segunda es que se apaga el sistema inmunitario. De esta forma, virus nocivos pueden atacarme fácilmente. Cuando estás bajo mucho estrés, te enfermas. Y debo decir que, si tomamos una muestra de sangre de cada persona, descubrimos que todos tenemos células cancerígenas. Las tenemos siempre, pero si está funcionando el sistema inmunitario, no pueden crecer. Una vez que se apaga el sistema  inmunitario, proliferan. Es como el catarro: no tienes que coger el virus, ya lo tienes dentro. Son organismos oportunistas. El 90 por ciento de la gente que va al médico es debido al estrés, y también el cáncer funciona igual.
Explíquenos qué es la medicina cuántica o medicina de la energía.
Como decía, la primera razón por la que la medicina de hoy es cuestionable es porque los médicos no saben cómo funcionan las células. La segunda es que la medicina está basada en la física de Newton. No reconoce la energía, esa parte invisible, las señales electromagnéticas. Pero, a principios del siglo XX, apareció la física cuántica, que dice que todo es energía, lo que podemos ver y también lo invisible. Si miras dentro del átomo, hay electrones, protones, neutrones. ¿Y qué hay dentro? Energía. La ciencia más reciente indica que el cuerpo responde a la física cuántica, no a la newtoniania. La medicina dice que quiere cambiar la química del organismo con drogas y la nueva medicina dice que hay que cambiar la energía. Y esta nueva medicina, la cuántica, es mucho más poderosa, porque responde primero el campo energético que el físico.
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química
Si todo es energía, ¿los pensamientos también? ¿Cómo influyen en nuestra salud?
La mente es energía. Cuando piensas, transmites energía, y los pensamientos son más poderosos que la química. Así que esto es peor para las empresas farmacéuticas porque no lo pueden vender. Por tanto, no les interesa una conexión entre la mente y el cuerpo. Pero es cierto que las propias creencias se convierten en un campo energético, una transmisión, y esta se transforma en una señal que es capaz de cambiar el organismo. Y así es como funcionaba la sanación antes del desarrollo de la medicina. La gente sanaba con los chamanes, con las manos... pero eso no puede vender y por eso la medicina no quiere ir por ese camino. Y es la razón por la que yo cambié mi carrera. Estaba enseñando en la universidad que hay que seguir con drogas y sabía que eso no era verdad. La medicina lo conoce, pero no habla de ello. Sabe que el pensamiento positivo, el placebo, puede sanar, y también que el pensamiento negativo puede matar. Uno se llama placebo y el otro nocevo. En realidad, no es que sea positivo o negativo, es la manera de pensar. Si el médico te dice que tienes cáncer, aunque no tengas cáncer, si lo crees, crearás la química que generará cáncer. Por tanto, el problema no es tanto el entorno real sino el que tú interpretas.
Y eso enlaza con la física cuántica.
Totalmente. Por eso no funciona la medicina, porque no reconoce la ciencia cuántica. No mira hacia ahí porque el dinero está en otro lado.
Usted ha explicado que, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, ¿por eso es tan difícil cambiar hábitos de pensamiento?
Es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo.
Pero no lo podemos controlar.
Lo puedes reprogramar. La información del subconsciente se recibe en los primeros seis años de vida. Eso que aprendiste en esos años se convierte en el conocimiento fundamental de tu vida. Por tanto, hay muchos estudios que demuestran que las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros seis años de vida.
Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se 'programa' su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!
La gente, cuando oye esto, se preocupa, se culpa. Pero no eres culpable si tú no sabes que el subconsciente funciona así. No lo sabían nuestros padres, ni nuestros abuelos ni bisabuelos. Ahora bien, cuando lo entiendes, tienes que cambiar tu manera de vivir, porque entonces sí eres responsable. Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer aunque su genética sea diferente. Sería algo así como conducir un coche: si te enseñaron a conducir mal y has automatizado esa forma de conducir, pues lo más probable es que tengas accidentes. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.
¿Podemos reprogramar el subconsciente para estar más sanos o ser más felices con nuestra vida?
Los comportamientos que vienen del subconsciente no los percibes y pueden estar haciéndote daño. Quizás te sientes enfermo y echas la culpa a otra cosa. Al cambiar estos programas erróneos en el subconsciente, puedes recrear toda tu vida. Hay varias maneras de hacerlo. Se piensa que, cuando la mente consciente registra algo, la subconsciente también filtra esa informacion, pero no es así. La mente consciente es creativa y la subconsciente trata de todos los hábitos. Si le enseñas al subconsciente algo diferente, se lo enseñas también a la consciente, pero no al revés. Por ello, la manera de reprogramar es repetir y repetir hasta que se crea un hábito. Si leo un libro de autoayuda, mi mente consciente dice: “Sé todo lo que hay en el libro y lo aplico”, pero la subconsciente no se entera de nada. Entonces, piensas: “¿Por que sé tanto y todavía mi cuerpo no funciona?”. Los pensamientos positivos, el conocimiento... solo funcionan el 5% del tiempo, pero el 95% son los hábitos que tengo desde mi niñez. Y esa es la razón por la que los pensamientos positivos no son suficientes. Ayudan, pero no ves muchos resultados. Todo sigue igual hasta que no cambias el subconsciente. Técnicas de psicología basadas en la energía como la hipnosis o el Psych-K son una manera de cambiar el subconsciente, es como un aprendizaje rápido.
Con su investigación, ha aunado ciencia y creencia, un binomio que evita la mayoría de los científicos. ¿Usted cree en la eternidad?
Absolutamente, sí. No hay dos personas iguales, y lo digo desde el punto vista biológico. Si cojo mis células y las traslado a tu cuerpo, no soy yo, el sistema inmunitario las rechaza. En las células hay como una especie de antenas en miniatura. Son receptores y algunos son autorreceptores. Tú tienes diferentes autorreceptores a los míos. Pero los receptores reciben las señales del entorno. Si corto esos receptores, la célula no tiene ninguna identidad, porque no le viene de dentro sino de fuera. Para explicarlo de forma gráfica, diría que el cuerpo es como un televisor: mis antenas captan y reproducen el programa televisivo de Bruce. Esos receptores recogen esa transmisión. Si estoy viendo la tele y se estropea el tubo de la imagen, ha muerto el televisor, pero sigue la transmisión. Así que cojo otra, la enciendo, conecto el canal y vuelvo a ver el programa de Bruce, pero en otra tele, o lo que es lo mismo, en otro ser. Si ese ser tiene los mismos receptores que tienes tú, volverás a estar trasmitiendo lo mismo, pero en otro cuerpo. Esto explica la reencarnación y quiere decir que el cuerpo puede ir y venir, pero la transmisión siempre está ahí.
Si se muere mi cuerpo, mi fuente de ser y mi espíritu tienen la memoria hasta que tenga otro cuerpo. La lección más importante es que estar vivo es un regalo, una alegría por todo lo que podemos sentir. Cuando hagamos eso, todo el mundo estará sano.